Poema: 11. Retazos de versos
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Y traté de ser tú,
Igual de infrecuente,
Igual de volátil.
Pero seguía siendo yo
Igual de elocuente,
Igual de frágil.
El mismo niño con la sonrisa intacta
Que se niega a privarse de amar
El poeta con los versos de arte mixto
Y la esperanza de nunca despertar.
Tú, tú sigues siendo esa luz,
Ese pequeño huracán que todo lo puede,
Esa sonrisa que va a cambiar el mundo
Y hace que todo dentro de mí se enrede
Sigues siendo los ojos más brillantes que he visto
Las melodías más apasionadas,
Eres todo lo que no cabe en mis versos
Lo que se esconde más allá de la mirada
Y quererte, quererte ha sido un viaje…
Fue acostumbrarse a buscarte en mis sueños,
Siempre que en las madrugadas te extraño
Fue aprender a no romper las espinas
Y amar toda la rosa, sin hacerme daño
Porque hablarte cuatro horas y extrañarte cuatro días
Siempre fue más de lo que pude soportar,
Aferrarme a todo lo que decías
Luego soñar, soñar, volver a soñar
Me enseñaste la paciencia infinita
Y el arte de escribir los abrazos,
A expresarme aun cuando estás ausente
Y a convertir mi agonía en trazos.
Soy fiel creyente en que la vida
Es una sucesión finita de plazos,
Que la paz siempre será la salida
Que el amor llega, incluso con retrasos
Somos historias que se siguen escribiendo
Hasta que, de golpe, llegan al final.
Mi autor quería verme contento
Y te puso en la trama principal.
Ahora te amo, te amo sin miedo
Porque te volviste mi historia favorita
Y en mi funeral, quiero que diga mi madre
“El amor puro nunca se marchita”
Poema publicado con permiso del autor. Derechos reservados.
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