Autora: Marian Ruiz

La desdicha la envolvió sin piedad cual torbellino, en un cuarto inundado de esperanza de vida con sabor a hiel.

Ella creyó que él pronto volvería, pero su mirada perdida como quien naufraga en sus recuerdos le confirmó que su alma había emprendido a un viaje sin regreso.

Él la esperó como un árbol plantado, pero ella lo alcanzó cuando sus raíces secas de la tierra se desprendían. Aquella visita se convirtió en un encuentro de despedida.

Aunque su cuerpo inhabitado yacía como la soledad, ella le acompañó con sus caricias y gritando en silencio le confesó lo mucho lo amaba.

Con una vana esperanza de que volviera en sí, ella volteó a mirarlo por última vez, pero inerte seguía su frío cuerpo como el invierno.

Antes de partir, ella el corazón le entregó como una valija para que llevara en su marcha a la eternidad, al cual no le pudo acompañar.

Poema publicado por Panamá Poético con permiso de la autora. Derechos reservados.

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