Maximiliano Curcio
Podríamos reformular la máxima sellada por Julio Cortázar en "El Perseguidor"(1959) y aquello de 'esto lo estoy tocando mañana': la simbiosis entre el jazz como representación melódica de su parecer literario y su consecuente validación poética. Un disparador para la inspiración, como prólogo a la imperiosa y apremiante necesidad de redactar estas líneas y las más cercanas, en un futuro próximo.
Conformando la laberíntica trama de tal concepción vertebrada en relatos seriados en forma de prosa poética, es como nace "ESTO LO ESTOY ESCRIBIENDO MAÑANA", un proyecto poético y visual que se construyó, como un compendio de fragmentos cautivos, bajo un mandato: escribir desde la febril urgencia, tensando la cuerda de aquel ardiente llamado de la vocación por la escritura. Irrenunciable, irrefrenable, incontenible. Aquí encontrarán, a través de los distintos apartados que conforman este libro, una serie de prosas poéticas breves, a modo de pensamientos, precedidos, en su introducción y como disparador estético a cada apartado, de una imagen -una fotografía, un dibujo- abierta a múltiples interpretaciones, como un eco a posibles sentidos próximos a ser descubiertos durante la lectura. Con la firme intención de reflejar una cosmogonía desencadenada, que establece un diálogo permanente entre la imagen diseñada y el sentido que las palabras sugieren. Palabras, viejas aliadas, dispuestas sobre la hoja de papel, en necesaria desmedida cadencia. Reflexiones como meditaciones y pequeñas historias como metáforas, lanzadas al aire sin creer en el azar, más alivianando todo el peso de aquello que es imperioso dejar partir. Soltar para no quebrarse a sí mismo. De ser necesario, apreciar cada acto poético como un sacrificio. Un ejercicio de escritura fragmentada y consciente, con la firme convicción de pensar el mundo de hoy; también de imaginar la infinitud de otros posibles.
Rimas o ausencias de ellas y personalísima visión de la belleza, para provocar la sensorialidad literaria y la identificación íntima en cada destinatario. No resulta un hecho intelectual menor saborear el paladar de todo lenguaje en transformación. Mi profundo deseo es, querido lector, compartir este personal camino de arte, observación y reflexión.
PRÓLOGO
La crítica literaria le dedicó muchísimas páginas al debate sobre la importancia de la forma sobre el contenido y viceversa, para definir si un texto resulta ser un poema o no. Fue
gracias a Octavio Paz, en su libro “El Arco y la Lira”, que pude comprender que para que exista poema debe existir lenguaje poético. ¿Qué significa esto? Que más allá de las formas y los contenidos, es el lenguaje el que determina si un texto es poético o no lo es.
Los relatos que conforman este libro son un acto poético en sí mismo. El lenguaje que utiliza el escritor se encuentra atravesado por imágenes poderosas ancladas en una realidad precisa, con fecha y lugar. Las frases se construyen ante los ojos del lector como luces que se encienden en las ventanas de un edificio, y el espectador es invitado al show de destellos que descubren, poco a poco, a la mole de cemento.
Velozmente se desnuda la realidad de una manera cruda, con una prosa directa, pero no por eso menos poética: <<Un extraño monolito. Una casa en las estrellas. Una nave surcando el cosmos (...) ¿Habremos llegado hasta aquí, mil años después?>>.
Y el tiempo, ese tic-tac que pasa como si no pasara nada nunca, y de repente pasaron mil anos. <<El hilo que conduce la conciencia, es la flecha del tiempo>>, nos dice el escritor y ese tiempo es futuro. Ya no queda lugar para el pasado, y el ahora se pasa, se va. Los ojos hay que ponerlos en adelante, porque esto se está escribiendo para manana y porque, como dijo el poeta, manana es mejor.
Celeste Porta
Coordinadora de talleres literarios.
Escritora en el blog “La Recurrencia”.
COMENTARIO PRELIMINAR
¿Saben amigas y amigos lectores? Para mí realizar un guion radiofónico no es lo mismo que efectuar un prólogo. Ustedes muy seguramente me preguntaran su causa. Por la gran responsabilidad. Un prefacio es -hablando en términos taurinos- como si tuvieras que lidiar un toro de las ganaderías de Miura o Victorino Martín. Estos son dos paradigmas de la
muy mal llamada “fiesta nacional” de Espana.
Algunos días antes de sentarme a escribir estas líneas, el excelente ensayista y colaborador del programa radiofónico- literario “Letras Encadenadas”, Maximiliano Curcio, me propuso que hiciera el preámbulo de su nuevo libro “Esto lo Estoy Escribiendo Manana”. Para mi interior supuso un auténtico reto, así que he tratado de no defraudarle. Intentaré
mostrarles con la mayor síntesis y nitidez lo que se van a encontrar, estimados lectores, a través de estos casi cuatrocientos relatos confesionales. «Esto lo Estoy Escribiendo Manana”
está dividido en tres partes netamente diferenciadas: un comienzo o introducción de corte ensayístico, en el que Maximiliano muestra su faceta de reputado articulador. El desarrollo
o nudo, con trazos perfectos pertenecientes a una dura, sincera, tierna, bella, delicada y sensibilizadora prosa poética.
La última es el desenlace o final, que nos conduce a unos relatos genuinos y puros. En todas ellas, el autor se nos retrata como un creador artístico-literario muy versátil, ya que manifiesta un extraordinario dominio no solo del lenguaje, que es muy asimilable y entendible, sino de sus múltiples facetas en el campo del ensayo, de la poesía -magnífica prosa poética- y el relato. Cada una de ellas contiene una personalidad sincera y profunda. El escritor no solo construye, pergena y plasma también sus introspecciones. Ellas nos conducen hasta lo más hondo de su mayestática creatividad artístico-literaria. En su extroversión, nos solaza con sus soliloquios y sus abiertos de par en par exámenes de conciencia, que son realmente confesiones. Confesiones que podemos convertir perfectamente en aforismos. Recréense con el sensacional y maravilloso libro y, de paso, tómense una copa mezclada fabulosamente bien con los deliciosos sabores del ensayo, la prosa poética y el relato. Ellos saciarán a muy buen seguro su sed.
Miguel Ángel Cáceres García
Divulgador cultural, Productor y Conductor radial.
Creador del programa “Letras Encadenadas”.