Poema: Después de la tormenta
Autor: Gorka Lasa
(Tomado del libro: El equilibrio de los hemisferios. Gorka Lasa. Ediciones FiatLux, Poesía, Panamá 2013)
He quedado en silencio después de la tormenta
Híbrido azul
De lágrimas y mundos.
El grito habitó la entraña de su hielo
La hora naufraga fecunda
En su constancia de hambre
Estrellas y abismos.
Templo lunar que aflora del destierro
Para luego volver al vacío
Recurrente savia ardiente
Del antiguo árbol que crece perdido.
Que el espíritu reconozca su símil.
El fuego es incapaz de ser mentira.
El que vuela está siempre,
Más allá de las palabras.
El que espera no está nunca
Simulando lo que añora.
En este desierto de lotos y espinas
Altar de dioses olvidados.
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La cuna de lo invicto
La fase que permuta.
La estrella que se priva
El canto de sus lunas.
El tiempo es solo tiempo
Lo eterno es solo eterno.
¿Dónde está aquel lamento que otrora devino en nueva espiga?
La lluvia, el invierno
¿Qué traen en su cadencia?
¿Promesas de vientre y precipicio?
Mi alma navega desde siempre
Pero naufraga de siglos.
¿Cómo unir el dolor a la roca y el grito?
¿Qué ruta yace yerma en su emboscada?
¿Qué errante yace muerto en el eco de su angustia?
Invisible,
La llaga de la memoria
Inadvertida
La carroza de fuego.
Pero el hombre recuerda el lejano horizonte
Eterno se hace templo
Infinito, se torna en muerte.
Nada sabe del martirio
Siempre de raíz
Muriendo
Nada sabe de su rumbo
En la noche
Himno perpetuo.
Luz refractada
La caricia de lo amargo
La turba de lo injusto en su sordina
El refugio de lianas y mendigos
La batalla de los mundos
Mi morada.
Un tronar distante se avecina
Pleno de bengala y horizonte.
Nimio testigo de un pacto de pan
Ansia de clave y entropía
De una llaga de Luz
El Sol, en lo sangrante.
Y aunque quede sin semillas
El barro en nueva tierra
También alucina de sequía
El fruto que no sabe de su otoño.
Esto es lo real
Esto es lo que aun arde
Esta es la Luz que ciega tu vergüenza.
Aquí está aquello que persiste en su osadía
Irrefutable centro
Reino de la nada.
Con el brazo atisbo lo doliente
A mi modo
Desisto de lo vano.
He quedado en silencio después de la tormenta
Híbrido azul
De lágrimas y mundos.
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