Poema: Entrada natural de Telica
Autor: Pedro Alfonso Morales
A mi compadre Fulvio Marcelo Reyes Espinoza
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Desde allá, desde el sur,
se ve el volcán hermoso con su bienvenida
y al pie el pueblo goza.
Desde la Silveña para acá
vinimos gozando de la gran natural entrada
del pueblo indígena Tlillican.
Por allí se llega al viejo
puente de cinco arcos que antaño Papanacho
construyó con canteras.
Allí, doña María de Paco,
vigilante del río: alegra el paso con la cantina
y pone a gritar a Mindupla.
Al poco andar se ve la torre
de cuatro puntas sobre la vieja iglesia teliqueña
con Pancho Ley y su campana.
He visto y he soñado esa entrada
con dos carriles bien pavimentados como versos
con árboles de madroño en el centro.
Y más allá, el museo Larreynaga,
la Biblioteca Larreynaga esperando a los chavalos
con libros de poesía y cuentos.
¡Pero no! Poco a poco se pierde
la bella entrada natural del viejo pueblo de Tlillican
y sus lados se llenan de monte.
Apenas se ven camiones blancos
que desde las cinco de la mañana y días tras meses
se llevan la arena de su lecho.
El río tiene sus huesos pelados
por la pala y nos queda el recuerdo milenario, vivo
de que tuvimos un puente viejo.
Un día vendrá la mano y el ojo
del amo que cuide su territorio y sus contornos idos
de la bella y amada Tlillican.
Pedro Alfonso Morales.
Telica, León, Nicaragua, 07 de septiembre de 2021.
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