Del libro Antología Poética y Cuentos Cortos

Poema: La casa vacía

Autora: Yanira Soundy


Paredes desnudas: ojos blancos que hablan del adiós.
Un corredor de nostalgia extendido al patio húmedo
bajo un techo con goteras, arrugas de sus años.
Lámparas de sueños y quimeras,
cuadros en el piso junto a las faldas de sus voces ausentes.
Nostalgia de hilos dorados y calcetines blancos.
Dolor y silencio, un eco que me llama con su risita de bambú.
La casa, está vacía.
Yo la limpio y ordeno mis recuerdos.
Entra mi padre luego de un día largo de trabajo.
Mi madre lo espera, sentada en su sillón, cose y descose calcetines.
Mi padre sonríe y me levanta entre sus brazos.
Me trae quesadilla caliente y dulce de coco.
Mi hermano estudia en su cuarto, no hay que interrumpirlo.
¿Cuándo iré al Kinder?
Lidia ya preparó la cena,
es hora de platicar y escuchar .
Ya está todo listo, me han matriculado.
Blacky corre a jugar con Mimi,
el tiempo pasa rápidamente.

Mi primer beso, sus ojos negros y aquella despedida.
El dolor de saber que no sería para siempre.
Los sueños de volar a otros cielos para escribir en las montañas
Abril, tu agonía y tu muerte padre,
enfrentarme a la vida
Trabajar, estudiar, sufrir.
La mentira, el matrimonio y no saber vivir
La primera hija, la segunda
El varón.
El amor de la abuela.
La vida en la fe.
Mi lucha en el desierto.
La casa vacía.
Los ventanales abiertos.
Aquel closet que tanto cuidaste.
El traspatio hoy plantado.
Mis manos llenas de tierra…
Tu tristeza,
punzante enfermedad,
el hielo de tu agonía.
Aquella Navidad anticipada
el árbol y el Nacimiento en octubre
mi cumpleaños cargado de preguntas
tu sonrisa, tu amor, mi dolor al saber que te perdía.
La casa y ese olor a ti aún después de tanto tiempo.
Te busco mamá y sólo encuentro tu carterita negra,
aquel pañuelo que llenaste de perfume,
tu maquillaje de Diva.
Las fotos de mi abuela Carlota y tío Ricardo,
los recortes de eventos sociales y manuscritos de intelectuales famosos.
Hoy, he leído tu cuaderno de poemas
y guardé las flores que arreglaste en pequeños floreros de plata
pero no estás tú.
No puedo tocar tu mano pequeña
ni acariciarte con mis versos por las tardes,
afuera la calle es la misma aunque la gente cambie.
¿Sabes? Hoy fue el traspaso presidencial
y he vuelto a irme de casa,
intento olvidar tu muerte
y pensar en tí como una madre eterna.
La casa con sus ojos blancos me dice adiós,
ella no entiende que para mí, no es una casa,
es mi hogar con ustedes y el latido que vive por siempre en mis recuerdos.

[wp_ad_camp_1]

Pin It on Pinterest

Comparte esto

Podría ser útil para tus amigos