Poema: La súper luna
Autora: Elisa Mascia
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No basta con celebrar la celebración del día del nacimiento de un amor.
El aniversario, fecha largamente esperada, para saborear la plenitud del sentimiento que es la renovación diaria.
Todos los días del año
gran demostración de fuerza rebosante de la energía del amor.
Para tostar hemos preparado cuidadosamente todos los ingredientes que han nutrido y fortificado,
renacer,
después de momentos de dificultad, brille con nueva luz.
Hay educación y respeto sobre todo,
cuidado y atención constante,
inspiración diaria,
la dedicación de la música y la poesía,
el arte y el diseño que hacen como guías y maestros.
Hay rosas blancas, amarillas y rojas
flores silvestres, delicadas y fragantes.
Está la calidez de la familia que, tenerla, marca la diferencia en quienes la aprecian.
La espiritualidad, las bendiciones, el poder de la oración que todo puede y todo cambia para mejor.
Están los abrazos, los muchos besos, la voz modulada y la mirada siempre dirigida el uno al otro para protegernos de la maldad que muchas veces los ojos llenos de odio lucen sombríos.
El latido de corazones, en convivencia en momentos inesperados,
sintonizándose a sí mismo, da valor en cantidad para la empatía probada existente.
Y el fluir en las venas de sangre ardiendo con pasión para nutrir los cuerpos sedientos que anhelan fusionarse en una entidad es el don de lo sublime que recompensa al hacer que el Cielo toque esta tierra.
El enunciado no es suficiente y lo que queda en secreto entre los pliegues de la intimidad de las almas, ha venido a celebrar la Súper Luna de flores.
Un evento raro y extraordinario, la luna floral, de finales de mayo con su destello y majestuosa grandeza refuerza el amor sublime bañado por las burbujas de champán que brotan allí arriba y las estrellas no son indiscretas para sumarse al triunfo del amor único y especial: es nuestro amor, nos alegra.
©Elisa Mascia 28-5-2021
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