Por Melissa Nungaray

            El instante en el revuelo de emociones se revela y los colores entran en comunicación con el espacio. Miro a mi alrededor y nadie más lo ha visto…es una suerte de encuentro, una sorpresa inconmensurable, un sólo momento de anhelada sintonía con la naturaleza de los acontecimientos. El día de hoy les comparto una entrevista que le hice a Maximiliano Curcio (ciudad de La Plata,1983), él es escritor, docente y comunicador, egresado de la Escuela Superior de Cinematografía de Buenos Aires. Ha realizado críticas cinematográficas, análisis teóricos y ensayos para distintos medios gráficos y digitales desde 2004 hasta la fecha. También llevó a cabo coberturas de festivales de cine, muestras de arte y recitales de rock de las principales figuras de nuestra escena. En el año 2016 creó el “Espacio Cultural Siete Artes”, un portal de enseñanza a distancia, tarea que complementa con el dictado de ciclos de cine y talleres grupales en diversos centros culturales. De forma paralela, ha emprendido numerosas tareas de investigación y gestión cultural.

Desde 2018 es director de la revista cultural digital “Siete Artes”, donde ha entrevistado a importantes personalidades de la cultura y el arte nacional. También, ha participado como columnista semanal de los programas de radio “La Cultura del Payaso” (NTV Radio), “Letras Encadenadas” (Radio Sapiens/Getafe-España), “La Brújula del Sur” (Radio Única-FM Alta Voz), “Rango VIP” (FM Alta Voz), “El Club de Lectura” (Difusión Parlante), “Tarde Neurótica” (Radio Única) y “¿De Qué Lado Estás?” (Radio Única); asimismo es productor y conductor del podcast radial del “Canal Siete Artes”.En el año 2019 publica su primera antología de libros titulada “The End” y durante 2020 la serie de biografías musicales “Rockeros”. En 2021, concretó la publicación de una serie de trabajos literarios de investigación cultural inéditos a la fecha: “Rock de mi vida: crónicas melómanas (Volumen I y II)”, “Sentidos revelados: estéticas de la cultura universal” y “100 grandes directores de cine: estudio crítico del lenguaje”.

Durante 2022, da a conocer cuatro nuevos proyectos: “Esto lo estoy escribiendo mañana: relatos en prosa poética”, “Hombres, mitos y leyendas: íconos afroamericanos del deporte”, el díptico “Grandes estrellas de cine: héroes y villanos/divas fatales” y la serie fotográfica “FACTÓTUM”. Es también autor del catálogo de imágenes “El asombro se parece a una fotografía” (2021) y de la revista cultural en cinco volúmenes “Gabinete de colección” (2021-2022). En esta entrevista platicamos con Maximiliano Curcio acerca de su faceta como fotógrafo, espero que los apreciables lectores disfruten el contenido de esta charla.

Entrevista:

Melissa Nungaray: Este año presentaste tu segundo libro de fotografías, titulado FACTÓTUM, cuéntanos, ¿cuál es el eje principal de las imágenes que compilaste?

Maximiliano Curcio:Este trabajo recopilatorio sobre material fotográfico de mi autoría realizado durante la última década tiene tres ejes principales. Por un lado, el dibujo digital, una veta creativa que me siento cada vez más interesado en explorar en sus sentidos más abstractos. Por otro, la fotografía de interiores, en donde trabajo espacios arquitectónicos prestando especial atención a la incidencia de la luz, a los encuadres y a las formas geométricas. Y, por último, mi observación sobre paisajes naturales, principalmente en bosques, playas y cielos de diversas localidades de la Costa Atlántica y Provincia de Buenos Aires.

En la colección “El asombro se parece a una fotografía” (2021) seleccionaste alrededor de trescientas imágenes, ¿qué te impulsa a tomar fotografías? y ¿cómo nació tu pasión por las artes visuales?

Comencé a descubrir mi pasión por la fotografía hace aproximadamente diez años. Supongo que puedo atribuirle mi indagación sobre este tipo de arte a mi curiosidad infinita. Como artistas, creo que no debemos nunca de perder nuestra capacidad de asombro ni asentarnos en zona de confort alguna. Existe un mundo alrededor vibrante, que espera que podamos capturar su magia y energía. Es, en este caso, a través de la fotografía, que intento comunicar aquello del mundo que me conmueve. El impulso implica estar atento a todo fenómeno que la realidad circundante nos revela. Allí nuestra mirada como seres creativos actúa como un tamiz, por qué no un prisma, a través de la cual se sintetizan y procesan influencias, búsquedas o apetencias. Es necesario para ello agudizar nuestra capacidad de observación, nuestro gusto estético. La pasión que mencionas es un valor fundamental. Así podemos adquirir una propia huella y brindar nuestra singularidad, plasmando nuestra identidad en ideas y conceptos que se pronuncian en esa voz. El arte es un instrumento para visibilizar todas estas inquietudes.

¿Qué historia cuentas a través de las imágenes?

Concretamente, en “FACTÓTUM” podrán encontrar siete series temáticas, organizadas a través de los ejes que te comenté anteriormente. Cada serie posee un disparador poético en su título como introducción a las imágenes que concatenan, y, a diferencia de cierto orden cronológico o geográfico que ordenaba mi anterior catálogo (“EL ASOMBRO SE PARECE A UNA FOTOGRAFÍA”), en esta ocasión me dejé llevar más por una búsqueda estética respaldada en la importancia que tienen ciertos colores y atmósferas. De manera que así se va organizando este gran relato, como un gran mosaico, en donde cada imagen es una pintura emocional específica, pero que guarda relación con la que la precede y con la siguiente. De alguna forma, estoy también interpelando al lector, en búsqueda de resonar en su propia sensibilidad a lo largo de este archivo de fotografías que viene a completar el camino de rescate, puesta en valor y curaduría emprendido hace casi dos años.

¿Cuál es tu proceso de captura? ¿Planificas las fotografías o te basas en la espontaneidad? ¿Hay una mística del color?

El poder y significado de los colores, a través de distintas variantes teóricas que lo han estudiado en la historia del arte, es una faceta que especialmente es de mi interés. Las gamas cromáticas dicen tanto acerca de la espiritualidad presente en las obras de arte como de marcas culturales atávicas que nos otorgan conocimientos de gran riqueza sobre nuestra condición. Acerca de mi proceso de captura, es absolutamente espontáneo. Mi capacidad de observación y mi inagotable curiosidad han sido fieles aliadas al momento de intentar, al menos por un instante, detener tiempo y espacio para capturar esa belleza única e irrepetible.

¿Cuál sería para ti la responsabilidad del fotógrafo en un mundo tan cambiante e hiperconectado?

Tenemos una gran responsabilidad, en el mundo de hoy, como artistas. Un mundo cambiante, en donde la hiperconexión suele ir en detrimento a la capacidad de atención. En donde el vértigo imperante hace primar contenidos meramente vacuos y fugaces. Luego, vienen otros dos obstáculos a sortear: el algoritmo y la hegemonía. Nuestro desafío, te diría, es no perder profundidad ni sentido estético. Tenemos, por otra parte, y de un modo inédito a nivel histórico para la humanidad, la posibilidad de acceder, de modo instantáneo, a cuantiosa información a la hora de formarnos y nutrirnos intelectualmente. A un sólo click de distancia. Contamos con herramientas muy valiosas, a la hora de comunicar, en tiempos donde el mundo atraviesa guerras, pandemias, enormes desigualdades sociales y un gran peligro a nivel ecológico. Hay cuestiones urgentes que requieren nuestro pronunciamiento y el arte es un excelente medio de concientización. Debemos utilizar las plataformas, medios y tecnologías existentes a nuestro favor, siendo honestos, íntegros y consecuentes con el arte que practiquemos. Como artistas, captamos el espíritu del tiempo.

De todas las fotografías que has tomado, ¿cuál es la que más te ha impactado? y ¿por qué?

No podría elegirte una, más allá de ciertas preferencias, de aquellos seres y lugares que he congelado en una imagen y viven en mi corazón, siendo parte de mi historia. Sigo buscando la mejor foto que pueda capturar. La que me sorprenda y me demuestre que aún queda mucho por aprender y seguir mostrando al mundo. Afortunadamente, mi fascinación sigue siendo la misma que cuando capturé mi primera foto, eso no ha cambiado. Supongo que se trata de compartirlo. Siguen deslumbrándome ese tipo de hallazgos extraños. Diría Hume que la belleza vive en el ojo del observador, ¿verdad? En definitiva, tan solo somos ese canal facilitador que revela a otros ojos estas maravillas que nos rodean. Sólo hay que estar siempre alerta.

¿Crees que debe haber un previo análisis de la imagen, es decir, una educación visual para apreciar mejor una fotografía? ¿Cómo leer una imagen?

Acerca de procesos creativos, y la organicidad que requieren, es algo acerca de lo cual me pronuncio en el extenso comentario introductorio que precede a “FACTÓTUM”, dado que me pareció importante compartir algunas de estas experiencias con el lector, en lo que refiere al largo tramo que atraviesa un catálogo para conformarse como tal. Es primordial contar con la formación, a nivel técnico, sí, pero el eco que una imagen genere en tu ánimo, en tu alma, en tu cuerpo, es algo personal e intransferible. Existen tantos sentidos como miradas hay allí, interpelando la obra. Y despojadas de todo análisis intermediario. Allí prima otro tipo de sensibilidad. Y colocar una imagen ante una mirada ajena es fundamental para que la obra de arte se valide como tal. El viaje emocional que haga cada espectador completará el sentido. Y lo hará con las herramientas estéticas, intelectuales o técnicas con las que cada uno cuente.

¿Cómo relacionas tu vida diaria con la fotografía?

La fotografía me permite un camino de expresión que no encuentro en la escritura, y viceversa. Aunque, en lo personal, se me relacione más con el campo ensayístico que con las artes visuales…se trata, claramente, de otro el lenguaje, son otros los desafíos y las herramientas. Pero no cambia la pasión, aunque el vuelo creativo te lleve en otra dirección. En ambos campos artísticos me siento a gusto y libre, y a cada uno de ellos le doy mi esencia, mi perfeccionismo, mi sentido de la obsesión y del trabajo sin descanso son tal de brindar la mejor versión de mí y del producto que quiero comunicar. Y cada uno de ellos me devuelve un vasto territorio para explorar, hecho de nobles materiales, acerca de aquellos aspectos sobre los que mi interés estético, poético e intelectual desea pronunciarse. La fotografía está allí, esperándome, para una próxima aventura. Es una gran aliada.

¿Qué piensas del fenómeno de las selfies, una práctica muy arraigada en las redes sociales?

Voy a citar al cantautor argentino Germán Daffuncio: <<Pantallas que absorben nuestros días suavemente. Mostramos nuestras cosas, miramos otras vidas, y así pasa>> Vivimos tiempos de pornográfica exposición en las redes. La vida no está allí, sino afuera. La selfie es una prueba más de nuestro infinito narcisismo.

¿Cuál sería tu fotografía imposible? La imagen anhelada…

Como diría Antoine de Saint-Exupéry <<lo esencial es invisible a los ojos>>, y hay tanto más en nuestro mundo que aquello que los ojos ven y no estamos ‘solos’ en este plano de la vida, aunque no solemos detenernos a conectar lo suficiente…pienso que sería bonito poder captar algún fenómeno paranormal. Ser testigo de ese misterio es algo que ya he podido experimentar anteriormente. Y, afortunadamente, no tiene explicación. Sólo nos resta creer…además, los artistas hacemos eso: buceamos en aguas profundas, alucinatorias. Nos atrae lo desconocido.

¿Cómo defines tu evolución como fotógrafo? ¿Qué has aprendido? ¿La fotografía forma parte de tu identidad?

Como te comentaba anteriormente, la fotografía forma parte indiscutida de mi identidad como artista. Pero mi trayectoria indica que ha sido fundamental, y soy exclusivamente autorreferencial en este sentido, cierto goce amateurista a la hora de practicar esta forma de expresión. Creo en los artistas autodidactas y creo profundamente en la intuición que nos guía. Por fuera de ello y sin excluirse lo uno a lo otro, toda formación que puedas adquirir en el lenguaje que abordes te enriquecerá. Te dará un marco, te ofrecerá una estructura. Vivimos aprendiendo, evolucionando, buscando nuevas formas expresivas para comunicar. No concibo otra forma de seguir haciéndolo, sino rebasando mis propios límites, fronteras y expectativas. Para un artista, es necesario saber cuándo y cómo tomar riesgos.

¿Qué fotógrafos admiras?

Podría nombrarte a Henri Cartier Bresson, Robert Capa, Ansel Adams, Vivian Maier, Diane Arbus, Richard Avedon, Robert Frank, Man Ray y Helmut Newton, entre algunos de ellos.

¿Qué piensas del panorama actual de la fotografía argentina?   

Un inmenso laboratorio de grandes artistas, algunos consagrados, otros inéditos, en permanente creación y exploración. Afortunadamente, existe gran diversidad de medios gráficos y digitales para darlos a conocer.

Por último, invítanos a la revista cultural “Siete Artes”, ¿qué encontramos en este espacio digital?

Te agradezco la mención, esa publicación es mi gran refugio y trinchera. Allí encontrarán la pasión por comunicar y consumir arte y cultura. La revista cultural, digital e independiente “SIETE ARTES” es un espacio autogestivo y multimedial que fundé hace exactamente cuatro años. A lo largo de una veintena de secciones, que se renuevan semanalmente, pueden encontrar una amplia cobertura sobre la actividad artística de Argentina, en las disciplinas de cine, música, teatro, literatura y artes plásticas. También, colaboran diversas plumas de Latinoamérica en espacios poéticos, ensayísticos y de relatos de ficción. Además, contamos con canal en YouTube en donde subimos contenidos radiales y muestras de arte (Canal Siete Artes). Por último, los invito a visitar nuestra exclusiva tienda de libros online: Siete Artes Libros. Nos encuentran en redes sociales o en la web: www.revistasieteartes.com

Sobre la entrevistadora:

  • Melissa Nungaray (Guadalajara, Jalisco, 1998) es escritora, poeta y periodista. Estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Autónoma del Estado de México. Es autora de los libros de poesía Raíz del cielo (Secretaría de Cultura de Jalisco/Literalia, 2005), Alba-vigía (La Zonámbula, 2008), Sentencia del fuego (La Cartonera, Cuernavaca, 2011) y Travesía: Entidad del cuerpo (La Zonámbula, 2014). En 2014, ganó el segundo lugar del IV Premio Nacional de Poesía Joven Jorge Lara. Fue becaria del Festival Interfaz ISSSTE-Cultura Los Signos en Rotación San Luis Potosí 2017. Su poesía ha sido incluida en diversas antologías nacionales e internacionales y algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano, inglés, uzbeko y griego. Ha colaborado como reportera y locutora en los programas de radio Dimensión colorida, Teleférico, De pico picorendo y Jalisco en la hora nacional.

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