Poema: Pandemia

Autor: Erling Tórrez González

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Nicaragua,
hoy otra historia sucumbe tus linajes,
y de negro oscuro se visten tus parajes.
Días funestos llenos de ruidos fúnebres,
te azotan en un perverso día lúgubre.

Caen las hojas de los árboles,
mientras desprenden sonidos estridentes,
como queriendo dar un mal presagio,
que congela gritos sordos,
de voces que se cortaron en el vacío.

De lágrimas indelebles se tiñen,
las calles que enmudecen,
embriagadas de oscura incertidumbre,
porque en la copa estaba el mosto amargo,
que tomaste inocente,
inconsciente,
en silencio sombrío.

Miedos oscuros llegaron,
en la noche que empezó en marzo.
¡Intrusa!
¿Por qué no te ocultaste en lo profundo del océano?
¿O en el epicentro del árido desierto?
Pero aún sigue ahí.

Yacen las miradas introvertidas,
detrás de un atuendo obligatorio.
Suspiros se escuchan detrás del promontorio,
bajo nubes que pasan inadvertidas.

Lloras los viajes sin retorno,
que desmayan ante tal encrucijada,
porque ante la noche inadvertida,
trémulo y negro es el entorno.

Ayer campanas dieron sonidos apagados.
Hoy otra vez.
Aquellos sonidos desprendían
ásperas canciones infelices
y vestían el cielo de nubes grises.

Y como un aterrador coro,
se unieron aquellas voces,
de almas vestidas de cilicio,
sollozos y suspiros amargos
que provenían de las más deplorables entrañas.

Hoy quiero que reviva la esperanza,
que la luz brille ante tus ojos,
que puedas hacer otra alianza,
y armes de vida tus despojos.

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