Traducción al español por poeta y traductor Elvi Sidheri
MI ALFABETO
Desde cuando me enamoré de la literatura
Trato de escribir alguna poesía, algún cuento
Lo que sea
Colmado de ilustres personajes muy sabios
Que hablan solo de cosas lindas y nuevos horizontes
Y no quieren oír de fealdades, engaños y lamentos
Quise escribir de la paz solar también
Sin angustia ninguna, pero no pude evitar sentir
Las venas hinchadas del terreno
Temblantes en la hora de terremotos solares
Quise rellenar poesías y cuentos con muchos deseos bíblicos
Tan similares con la misma génesis
Pero no pude encontrar ningún lugar apropiado para el serpiente negro
Al árbol del conocimiento
Cerca del árbol mágico de Van Gogh
Quise escribir de un amor tan limpio como las lagrimas
Pero el cuadro de la manzana prohibida, sigue oscilando
Delante de mis ojos abiertos
Por lo tanto, cada día me despierto como un árbol vigorizado
Donde cantan los pajaritos
Sol y paz de mañana
Los que vienen de muros y ruidos
Necesitan alimentarse bajo su poder
No es nada bueno, subir las escaleras de la felicidad
En esta vida
Para llegar en la cima de Babel, donde conocer los enigmas
Las fórmulas mágicas
El simbolismo de los signos y el dulce bocado de la fortuna
Por eso todos los dias sigo regando árboles en mi jardín
En la bruma de las mañanas, y el aroma de café
Respirando profundamente, inhalando el oxigeno
Del largo día que me espera
Recogiendo emociones cada tarde
Como un niño entusiasmado con el compás en las manos
Rodeando una calle
Un cuento escrito puerilmente
Una avenida llena de gente ruidosamente
Igual mañana alguien intente emancipar dicha realidad prontamente
De mañana el día parece tan largo, todavía
Voces desafinadas resuenan en el aire
Mientras que yo oigo los dulces sonidos del agua de montaña
En mi imaginación
El crujir de la hojas
El agua gorgoteando
Porque, arrastrado por las olas de regocijo
No hay lugar para las indecisiones
LOS BILLETES
Compramos billetes según los precios de mercado
Calculando sentimientos, tristezas y júbilos
El amor, menos la falta que nos hace ella
Viendo como la matemática nos lleva siempre
A resultados incorrectos
Confusos, en estaciones de ida y vuelta
Confundiendo caminos
Esperando que llegue el tren que nos lleva a la felicidad
Mientras que solo nos lleva directamente a las puertas de la tristeza
Para luego regresar otra vez confundidos, con la profunda convicción
Que demasiado hemos perdido
Un cita de trabajo, un café con la persona querida
Que habíamos esperado tanto tiempo que sucediera
O incluso la última parte de una novela
Que aún no hemos leído
Otro día pasa, tiramos los billetes a la basura
Pero mañana necesitas otro billete de nuevo
Un viaje que te permite ver magnificas pinturas en el Louvre
Quizás un paseo por las maravillas de Roma
Un abrazo en el anochecer, en el mar de los recuerdos imborrables
Cuando la semana termina, descansamos dos días
Los cálculos se hacen el domingo por la tarde
Como los niños los deberes escolares
El dinero ya gastado, quedan unos días hasta la fin del mes
Tenemos que comprar el billete mensual
Para amarnos un poco más
Tal vez para dolores más largos aún
Cuando llega la fin del mes, el calculador de sentimientos
Cae abruptamente
Y de pronto nos sentimos animados
El próximo mes será desde luego mejor
Vendrá la primavera y los días serán más largos
Así como en la pesadumbre invernal, las noches son tan tristes
Compramos los billetes con los precios de mercado
Peregrinando en estaciones de esperas
Para que el nuevo día puedo cerrar finalmente
Las puertas equivocadas
Vamos al teatro y compramos el billete para divertirnos
Pero Tartufo nos muestra que la avaricia de este mundo
Está siempre presente en cada época
Después nos cosquillamos a nosotros mismos
Sin abrir los ojos nunca
Para mirar la verdad de frente
Porque la hipocresía es la última moda
Otro día, Hamlet sube al escenario
Tan mimado, con la mirada aguda, plagado de dolor
Entreviendo fantasmas rascando los vestigios de la libertad
Y una tabla con las notas arrugadas
Donde está escrito que depende siempre de nosotros
Lo de las estadísticas
Donde ponemos la bandera de la tristeza
Y donde ponemos la bandera del regocijo
Sobre el autor:
- Ndue Ukaj (1977) es un escritor, publicista y critico literario albanés. Sus poemas han sido incluidos en varias antologías de poesía, tanto en albanés como en otros idiomas. Ha publicado algunos libros como, “Godo no vendrá” (“Godo is not coming”), el cual ganó el premio nacional al mejor libro de poesía publicado en el 2010 en Kosovo. También ha sido galardonado con el premio a los mejores poemas en el Festival Internacional de Poesía en Macedonia y otro premio más. Sus poemas y textos han sido traducidos al inglés, español, italiano, rumano, finlandés, sueco, turco y chino. Ukaj es miembro actual del PEN en Suecia.
Sobre el traductor:
- Elvi Sidheri (Tirana, 1981). Escritor albanés y traductor literario multilingüe, con más de cincuenta libros traducidos de diferentes idiomas extranjeros al albanés, y viceversa. Ha traducido al albanés obras de Miguel de Cervantes Saavedra, Federico García Lorca, Mario Benedetti, Kahlil Gibran, Gustave Flaubert, Patrick Modiano, Sully Prudhomme, Frédéric Mistral, Antoine de Saint-Exupéry, Niccolò Machiavelli, Edmondo de Amicis, Sun Tzu, Lao Tzu, Mark Twain, Charles Dickens, Victor Hugo, Jules Verne. A menudo está presente en los medios de comunicación españoles, con temas relacionados con las relaciones y puentes culturales entre Albania y España.