Poema: Retrato hablado
Autor: Aristides Martínez Ortega
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La política es una actividad lucrativa
como lo demuestran sonoros casos
sin expediente.
Tiene sus riesgos,
como los hay al arrebatar la presa
a una fiera.
La ruina,
el exilio,
la cárcel,
el paredón
son los riesgos mayores.
La vergüenza
prescribió por consenso.
En un político
puede haber más de tres personas distintas
y un solo trepador verdadero.
Este fenómeno
no es propiamente un misterio.
En el ascenso
el político debe reunir las siguientes
cualidades:
mentir sin asco,
meter zancadillas sin pestañear,
tener el serrucho afilado,
fumar debajo del agua,
y cuando las barbas de sus copartidarios
arden,
socorrerlos con spray inflamable.
En la cumbre
los requisitos son otros:
creerse la mamá de Tarzán,
contemplarse de frente y de perfil,
adicción a la pleitesía,
patear debajo de la mesa,
barrer pa’l bolsillo,
tener siempre un gringo
en la manga.
Cualquier semejanza
con los conocidos
no es mera coincidencia.
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