por Hugo J. Vélez Astacio  de Nicaragua


Contacto: hugoveleza@yahoo.com




Mucha tinta se ha utilizado para emborronar muchos folios, a propósito de la grandeza de Simón Bolívar; y compartiendo nosotros con Rubén Darío lo que él bien lo describió que: “en la historia de la humanidad no ha habido figura que lo pueda superar, al haber sido un hombre probo, abnegado y valeroso, en el que se encarnan todas las grandes virtudes cívicas y todos los sublimes entusiasmos patrióticos” he querido que el presente escrito, sea un tributo en homenaje y conmemoración de este Patricio, por un aniversario más de su fallecimiento, ocurrido un 17 de diciembre de 1830 en San Pedro Alejandrino cerca de Santa Marta, Republica de Colombia. Cabe recordar que la muerte es la reina de los reyes.

 

Si alguien es merecedor de un estudio y de un culto patriótico, ese alguien es SIMON BOLIVAR, nuestro insigne libertador por antonomasia, genio tutelar de la independencia y la libertad de nuestra América. Hombre de un espíritu vidente, sembrador de ideas y pensamientos profundos y revolucionarios.

 

Acorde a tan hermosos conceptos expresados por Rubén Darío, mismos que no eran sin razón ni imprevistos, ya que años antes, su personalidad, lucha y legado habían sido objeto de su conocimiento y pensamiento, en su Oda que le dedicó cuando tan solo tenía 16 años, en 1883, al inaugurar la feria literaria en El Salvador bajo la administración presidencial del que resultó ser mecenas suyo, el presidente Rafael Zaldibar. Oigamos unos pocos versos de los 255 que contiene en total la Oda que cantándole como Himno le dedico nuestro Poeta el genial Rubén Darío al Libertador Simón Bolívar: “Vibre el plectro sonoro / que haga temblar la citara en la mano, / y en armonioso coro, / un himno soberano / resuene en la extensión del mundo indiano.  //  Libertad es aurora / él hace que el sol brille refulgente, / y el cielo se colora, / y aparece esplendente / que con fulgores de Dios sobre su frente.  //  ¡Bolívar! Alto nombre / que de justo entusiasmo el pecho inflama: / fue semi-Dios, no hombre: / ante el tiempo lo aclama / la sonora trompeta de la Fama. //  ¡Honor al jefe probo / que hoy hace triunfar digno homenaje / al que allá, en Carabobo, / con sublime coraje / el yugo quebrantó del coloniaje.  //  ¡Loor al héroe invencible / de la espada de fuego! Al gran guerrero prepotente y terrible. / que se admira el primero / al brillo inextinguible de su Acero!”

 

*POETA AMERICANO*

Nuestro bien recordado Eduardo Zepeda Henríquez afirmaba:

“que Bolívar es la imagen y la imaginación del poeta. Se ha dicho que su montaña política y militar no deja ver su genio artístico. Si Rubén Darío, que alumbró el destino de nuestros pueblos y afirmó la epopeya de la nacionalidad hispánica, es un héroe nuestro, por las mismas razones Simón Bolívar es un poeta americano. Bolívar fue más un poeta en prosa que en verso. Sus estrofas son limpias y correctas. Veamos como ejemplo:

 

Compañeros que liga santa audacia,

que en busca del suplicio o la victoria

aún más terribles sois en la desgracia,

El peligro mayor es vuestra gloria.

 

Bolívar hablaba de “nosotros” los hombres de prosa, siendo él un altísimo poeta”.

 

Al nacer en un ambiente de bien, no falto para quien tuvo como nombre en su bautismo, llamarse Simón Joseph Antonio de la Santisima Trinidad, augurarle fuera un eminente Doctor, un excelente Abogado, o un destacado arzobispo, resultando ante la gesta de su vida, llegar a ser más grande que todos los anteriores títulos, ser conocido humildemente como un ciudadano, llamado con un nombre fulgurante y sonoro *¡EL LIBERTADOR*!

 

*HUMILDE, DE GRANDES IDEALES*

Y es que su gloria, su obra, sus ideales, su causa, sus sueños, sus ambiciones, su valentía, su legado, su carácter de guerrero y sus visiones de estadista son todo un ejemplo de DEMOCRACIA y de praxis con plena LIBERTAD en cuanto a la relación del hombre con la satisfacción que pueda generar la posesión del poder. Ante la necesidad de tener un poder omnímodo en Perú, le dieron fuera ser un dictador dadas las condiciones de lucha que imponía luchar contra los realistas, cargo del que pasado un breve tiempo no se enamoró, renunciando al mismo. Después en 1830 al regresar a Colombia renuncio a la presidencia. Difícil es dejar de hacer referencia a lo anterior, ya que el poder brinda placer y disfrute fácil cuando se abusa del mismo al servirse de los mismos. No olvidemos que este es un tributo y un homenaje, al momento supremo del fin de su vida terrenal. Su nombre de LIBERTADOR es necesario sea resaltado al son de claros clarines ya que en sus múltiples victorias el brillo de su espada siempre se dio.

 

Cuando tan solo tenía 22 años, al estar en el Monte Sacro en Roma junto a su maestro y mentor filosófico, de moralidad y de principios políticos Simón Rodríguez, tuvo la gallardía de jurar, no dejar de luchar, y realizar los mejores esfuerzos, hasta lograr la independencia del colonialismo español de los países de su América. La historia registra que no solo fue valiente y temerario, sino que fue consecuente en su lucha, llegando a distinguirse ser un Caballero de la gloria, llegando a creerse por sus contemporáneos, ante sus hazañas y proezas militares, ser un mimado del dios de la guerra. Su sueño en realidad era mayor a lo anterior indicado, como era que en los países prevaleciesen la más amplia libertad, independencia integral y UNIDAD. Para ello era necesario que la unidad se diera mediante una federación de los países; misma unidad en su época o momento ser un panamericanismo, al convocar reunirse en Panamá sin intervenciones extrañas, ya que previa se dieran y surgieran oposiciones y triquiñuelas por parte de las fuerzas potenciales extranjeras, principalmente del imperio en surgimiento en América en el gran país de origen sajón. Un imperio naciente en el norte de la América, como lo visionó en el expansionismo relevante de los EE.UU.

 

Consciente siempre estuvo que la lucha armada contra el dominio del colonialismo del imperio español, que era tan fuerte y tan grande, mismo que no cabía donde el sol nacía y donde el sol se ponía. La independencia de los países, era solo el preludio de su ingente lucha. Bolívar fue un genio militar con pensamiento cívico de ideas luminosas. Fue la personificación del valor, luchador por la libertad, símbolo de arrojo y de patriotismo.

 

En correspondencia a la afirmación que la historia no se hace con cifras, sino con grandezas, justo es reconocer que Bolívar gano las batallas de Boyacá, Carabobo, Pichincha, Ayacucho, Junín y que durante 15 años dirigió con gran destreza, como genio ser un estratega militar, llegando algunos a nombrarle ser el “Napoleón hispano” por sus proezas militares. Mas Napoleón Bonaparte conquistaba y sometía a los pueblos de las naciones, mientras que El Libertador daba libertad política y civil.

 

“Ni Colombia es Francia, ni yo Napoleón.” En carta a José Antonio Páez le dice: “Yo no soy Napoleón ni quiero serlo; Tampoco quiero imitar a Cesar, menos a Iturbide. Tales ejemplos me parecen indignos de mi gloria. El titulo es superior a todos los que ha recibido el orgullo humano. Por tanto, me es imposible degradarlo”.

 

Bolívar intervino y fue factor importante en más de 500 batallas en las hoy son las repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, y sobre el poder de las armas además Bolívar, poseía el Don de la palabra, y conocía el arte de usarla y mucho le sirvieron para construir y dirigir en una dirección acertada para la historia y porvenir de la historia de su gran patria en construcción.

 

*SU ANHELO LA LIBERTAD*

Él supo ser grande, porque la voluntad y el espíritu de construir nunca le falto. Fue consecuente en su empeño, en su sueño y ningún revés militar, como la derrota sufrida ante José Tomas Boves en junio de 1814 “Las derrotas fueron incapaces de romper el acero de sus esperanzas. El arte de vencer se aprende en las derrotas.” al hacerle emigrar hacia Jamaica (6 de septiembre de 1815), le permitió reflexionar, pensar serenamente y realizar una de sus más contundentes proclamas (6 septiembre 1815) fundamentales en cuanto a sus ideas de solidaridad americana. “yo deseo más que otro alguno ver formarse en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas, que por su libertad y gloria”.

 

Las crisis en las que se vio envuelto, él siempre tuvo claro, que son los ciudadanos, el fundamento de la vida social y política a quienes se les debía de responder. Ahí su diferencia con los demás. Era un hombre de acción y muy pragmático, en donde acción ante la realidad de la barbarie sufrida y ejercida por el colonialismo, era en su primera etapa soñada, necesaria. Lograda la independencia la formación y la administración de la Republica requería de un buen arte a fin de ejercer una buena sabia. La política que es toda una ciencia, para el buen ejercicio sobre los asuntos reales, ajustados al orden de los ideales, por lo que su realización requiere tener arte en gobernar y organizar una Nación, cualquiera que fuese su forma o modo que desease.

 

Nuestro héroe nacionalista, el nicaragüense el Gral. Augusto C. Sandino, guerrero luchador defensor de la Soberanía Nacional, pensando que su lucha mucho estaba acorde a lo deseado por El libertador, en septiembre de 1927, emitió la proclama creadora del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, como plan fundamental en nuestra nación, de la realización del supremo sueño de Bolívar afirmando en su propuesta una alianza y no una confederación tergiversada, como lo hizo Santander al invitar a los EE.UU., en contra a lo deseado por Bolívar.

 

Bolívar independizo a América por la fuerza de las armas, más al pretender unirlas a fin de tener la fuerza de defender sus libertades apelando en parte a las virtudes ciudadanas no tuvo éxito. Como militar sabía que un soldado es feliz, cuando defiende la libertad.  “Es fácil unir a los hombres contra otros hombres; difícil es unir a todos para el bien de todos”.

 

Con la sensación amarga de no haber logrado el sueño de unir a América, y saber la creciente oposición hacia su persona, en la que jugaban las acciones pusilánimes de Santander, y sufrir ante la poca confianza en la moral de la ciudadanía, con grave resentimiento que nada hay más fuerte que la ingratitud, que había hecho que su proyecto de fondo fracasara. Murió desolado lo recoge el cuadro pintado por Pedro Antonio Quijano de manera aterradora cuando estaba ya muy enfermo. Una semana antes de morir, público su ultima proclama manifestando que la América unida es ingobernable, y QUE EL QUE SIRVE A UNA REVOLUCION ARA EN EL MAR.

 

A pesar de lo ultimo anterior,  bien cabe recordar su famosa frase: “Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.

 

Managua, Nicaragua 17 diciembre 2023.








Información de citado


Hugo J. Vélez Astacio, 27/12/2023, Simón Bolívar, el Libertador, Blog de Panamá Poético https://panamapoetico.com/blog

Sobre el autor y el traductor de la nota


Escritor nicaragüense



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