Poema: ¿A dónde voy?

Autor: Paul Zereks

[wp_ad_camp_1]

A veces siento que todo esto acabará.
Llegará un día en que el polen me haga estornudar,
Mis versos no serán amarillo con negro
Y el girasol al fin podrá descansar.

Un día en que el sol salga todos los días
Y no solo cuando el frío me está matando,
Una línea que cierre esta poesía
Que por dos años mi mente ha ido creando.

Sé que creceré algún día
Mi corazón pasará del metro y medio
Releeré estas plegarias angustiosas,
Riendo, mientras bebo del remedio.

“La cura”, si se le puede llamar,
Para un dolor al que me aferro desde dentro.
Un deseo que no logro saciar,
Que me ha hecho descubrir mil talentos.

Para ti evolucionaron mis letras,
Y por ti aprendí el amor al papel.
Me enseñaste trazos que hoy sigo aprendiendo
Solo faltaron el martillo y el cincel.

Me diste libros, canciones, recuerdos,
Un dibujo que vive en mi pared,
Fuiste paz, alegría, fuiste sueños
Me destruiste y me creaste otra vez.

Hoy te escribo del tercer Renacimiento,
El apego se comienza a desprender,
Oxidado por la arena del tiempo
Y por la luz de quien comienza a entender.

Eres la historia más perfecta que he creado,
La que siempre me he negado a abandonar.
Fuiste otra fantasía de mi teclado,
Tan bien hecha, que me llegó a enamorar.

Yo fui, soy y seré tu enamorado
El que un día se frustró de soñar
Quien escuchó que a nadie habías besado
Y hasta el hastío lo quiso cambiar

Fui el capitán de otro barco
Que esta noche se quedó sin raciones.
El que quiso recorrer toda tu mente
Y murió a la espera de las capitulaciones.

Quien quiso tomarte de la mano
Y escucharte explicar el universo,
Terminé preguntándole a mi almohada
Si quizá había sido muy intenso.

Siento que mis versos se repiten
Y me alegra, porque nada va a quedar
Es el augurio de una fuente vacía
Del momento de volver a navegar.

Significa que en el oasis hay sequía
Que ya no queda nada para dar,
Me hace feliz, porque me abre a que algún día
Con alguien más me atreva a cantar.

Gracias por crear una dinastía
De sentimientos que no pude callar.
Gracias, porque sin enterarte
Me recordaste que soy capaz de amar.

Me despido con la promesa vacía
De intentar no volver a llorar,
Me despido odiando la anarquía
De un amor que nunca pude controlar.

Me voy renegando la repetición de infinitivos
En todos los cuartetos que te tratan de narrar,
Me voy con infinitos sueños,
¿A dónde voy? Si no conozco otro lugar…

Poema publicado con el permiso del autor. Derechos reservados.

[wp_ad_camp_1]

Pin It on Pinterest

Comparte esto

Podría ser útil para tus amigos