Poema: A mi esposa Elsa

Autor: Mario Hernán Ramírez

[wp_ad_camp_1]

Parodiando a Pablo Neruda, puedo escribir las notas más bonitas esta noche, por ejemplo: Hace frío, pero mi cuerpo enternecido y mi corazón rebosante de alegría, se resisten al temblor de mi emoción.

Hoy divina mujer, tu cuerpo y tu alma me entregaste, Y ardiente y jubiloso te tuve entre mis brazos y, hubo besos, ternura y un amor apasionado.

Lejos estaba de pensar que ahora, más que nunca mi pasión se agiganta, y saberme tu hombre amado encuentra mi ego de ser macho.

Y es que ochenta primaveras, avala, ese ego masculino. Oh bendita mujer de mis desvelos.

Igual que el otro porta lira, hoy te bendigo, y bendigo el día en que te conocí. Simplemente, te amo, te quiero más que a mi vida.

Con los ruegos de un mortal, en mis noches, cuando cierro mis ojos, en espera del nuevo día, evoco tu nombre en voz baja y tu imagen, divina imagen de mujer idolatrada, surge pronta en mi cerebro y, vuelve a amarte mucho más, porque eres bella, eres noble y sé, que tú también me amas.

[wp_ad_camp_1]

Pin It on Pinterest

Comparte esto

Podría ser útil para tus amigos