Poema: Arder

Autor: Ángel Valeriano

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Arden los sentimientos en los corazones humanos.
El amor ya ardió demasiado
tanto, que sólo quedan escombros
bajo el odio triunfante
cuya victoria sobre su hermano
ha vuelto cenizas muchos abrazos.

Arden los ojos brillantes
van quedando vestigios del hombre humano
de ese último cultivador de artes,
pues, la visión universal benévola
arde en las pupilas hondas del ojo deformado.

Y el tacto conocedor de amores amados
se va, se fue rosando la herida de su costado
porque ya no hay quien de la mano
sólo hay muchos que la quitan
y la vuelven egoístamente al bolsillo solitario.

Más, hay manos que no arden en vano
sino que, al arder,
se vuelven puños unificados
y enarbolan en su unión
la lucha eterna de los marginados
la revolución perpetua de los hijos del barro.

Si, hay manos que no arden en vano
porque no dejan más ceniza
que la reivindicación de los pueblos explotados.

Arden, arden los sentidos en el hombre civilizado
quedan escombros de lo que una vez amamos
y escucha,
oye el crepitar de la tierra que quemamos.

Tanto, tanto nos separó la vida
para terminar siendo comida del mismo gusano.

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