Guns n’ Roses
Autor: Maximiliano Curcio
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Sacudiendo el panorama del rock mundial, este megagrupo acabó convertido en un emblema del furor glam de los ’80. Supo ser la banda más peligrosa del mundo, acaso su fenómeno de popularidad toma parte del legado de referentes, como Aerosmith o Queen, para llevar el paradigma a la enésima potencia. Allí estaba su alma mater, Axl Rose, para marcar la diferencia. Frontman enérgico e inigualable, carismático y visionario compositor, este impar cantante llevaría los designios musicales de la banda californiana a terrenos musicales ambiciosos y cualitativamente superadores. Criticado, pero jamás ignorado, surgido de un febril tiempo de cambios y llevando su marca gunner a la reinvención total, su líder se convertiría en el molde de una clase de rockstar en serio peligro de extinción. Guns N’ Roses es el puente a través del cual el rock anglosajón abrazó dos siglos.
Existen megagrupos que mantienen la mística necesaria para continuar cautivando a su público, a través de generaciones. Uno de ellos surgió hace treinta y cinco años, provenientes de la movida glam angelina que viera nacer a formaciones precedentes como L.A. Guns y Hollywood Rose.
Un 26 de marzo de 1985 brindaron un show en el mítico Troubadour de California, construyendo un derrotero histórico que abunda en excesos y éxitos en igual medida. El legado de Guns N´Roses está atravesado por una característica insoslayable: la desmesura.
Su líder, es una de las estrellas de rock más reclusivas de todos los tiempos. Abordarla supone un fascinante estudio de personalidad, adentrándonos en la matriz de un cóctel explosivo: inmensamente talentoso, siempre provocativo y perseguido por la controversia, donde quiera que vaya.
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