Poem: If this is love then let it be love
Author: George Wallace
Because to be young is to nuzzle in sweet new waters like a fawn in spring, and the world needs fawns, trusting/ mistrusting, discovering everything for the first time, and are we delicate enough, the myth of my flesh the myth of your bones, and in the rippling blue waters are we innocent enough, to wade among and let the stiff reeds do their work;
And does the world need more love, yes! to test the boundaries of mistrust, to seek liberation and to pause in the shallows of new fawn-existence, fragrant as dappled dogwood leaves, to savor pure waters;
Yes! more provocation, more transgression, more defiance of the rules, more declaration and dare, yes the world needs more of this, strength to defeat what separates us, to emerge blushing and innocent and in love, thrust into the light despite risk and religion, fully admitting material contradictions, our limitations, our clumsy and thrashing uncertainties, hot and true, certain of our willful mutual existence;
And liberation, liberation, to drink as if from one cup, howsoever carefully, howsoever resolutely, resurrection of the bones, resurrection of the flesh, to be the child who is tutor to the parent, to be woman and man, to bend, bend but never bow or break, the way that the stiff reeds bend (grown to profusion along the pond edge in spring) but then bounce back;
As the dawn breaks it,
as the fawn makes it,
straight — in this gentle,
insistent way — to drink
from new-sprung waters
Poema: Si esto es amor, déjalo ser amor
Autor: George Wallace
porque ser joven es acariciar las dulces aguas frescas como un cervatillo en primavera, y el mundo necesita cervatillos, confiando y desconfiando, descubriendo todo por vez primera. Y somos lo suficientemente delicados, verás, el mito de mi carne, el mito de tus huesos, y las ondulantes aguas azules. Somos lo suficientemente inocentes como para franquear y dejar que las rígidas cañas hagan su trabajo
y el mundo necesita más amor ¡sí!, para ensayar los límites de la desconfianza, buscar la liberación, para hacer una pausa, en los bajíos, entre la piel de un cervatillo, fragante como hojas de cornejo, y saborear las aguas cristalinas
¡sí!, más provocación, más transgresión, más desafíos, declaración y atrevimiento, sí, el mundo necesita más de esto. Fuerza para vencer lo que nos separa y, entonces, salir ruborizados, inocentes, enamorados. Arrojados a la luz, a pesar del riesgo y la religión, admitiendo las contradicciones materiales, las limitaciones, nuestras torpes y violentas incertidumbres, verdaderas y ardientes; seguros de nuestra voluntaria y mutua existencia
¡sí!, y liberación, liberación… beber como de una sola copa, aunque sea con cuidado, tal vez, resueltamente, y resucitar de los huesos, resucitar de la carne. Ser el niño que enseña a sus padres. Ser hombre y mujer y plegarse, plegarse; sin romperse como las rígidas cañas (que crecen abundantes a lo largo de la orilla del estanque en primavera), que luego son redimidas
⠀⠀⠀⠀⠀⠀como rompe la aurora
⠀⠀⠀⠀⠀⠀el erguido cervatillo
⠀⠀⠀⠀⠀⠀y la suavidad y la insistencia
⠀⠀⠀⠀⠀⠀con que bebe
⠀⠀⠀⠀⠀⠀las aguas recién nacidas