Poema: Sin título

Autora: Tania Anaid Ramos (Azula)

Un hombre invisible
se percibe por el tono de su voz,
el tamaño de su alma
y el derroche de su luz.
Husmea en las esquinas del pensamiento
indescifrando el teñido recuerdo.

Una mujer invisible
se percibe, en cambio,
por el olor de su nostalgia,
por el gemido del corazón
y el viaje ondulante de sus sueños;
quema la luz con la que encabalga las palabras
y su búsqueda sin límites
deja rastros como cenizas en serie.

Una noche ausente
emula las caravanas de satélites estériles
que adormecen con un filo de sombra el amanecer.
Un país escondido, ausente e invisible,
no se percibe; ha perdido el rastro, el tono,
el tamaño,
la luz,
la nostalgia,
los sueños y el corazón.

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