Lecciones del Infierno de Dante para hoy

Lecciones del Infierno de Dante para hoy por Edwin K. Chacón  de Panamá #

Contacto: info@panamapoetico.com

Cuando hablamos del Infierno, rápidamente nos llega a la mente las imágenes del fuego consumiendo a los infieles de las leyes divinas. Nuestro imaginario colectivo está plagado de ideas que no vienen de los libros sagrados, sino de otras obras literarias que han sobrevivido a lo largo del tiempo hasta nosotros. La divina Comedia -o solamente, La Comedia– es una de estas obras que no envejece y se sostiene aun cuando los sistemas sociales del hombre cambian.

A simple vista los aspectos religiosos que brotan de la Comedia nos pueden hacer creer que exista una exclusividad hacia estos temas, sin embargo, al meditarla nos damos cuenta de que existen otros temas de igual o mayor valor que el espiritual. Tal es el caso de la política. Esta obra surge a partir del exilio de Dante y de las graves acusaciones políticas que se formularon en su contra. Este destierro que se torna en ira hace que Dante coloque en el Infierno a todos sus enemigos políticos, luego nos va dejando poco a poco sus argumentos, buscando en todo momento restablecer su imagen y asegurar su inocencia.

Por otro lado, Dante sabe hacer muy bien la división entre sus creencias y sus diferencias con los administradores de su fe. Ejemplo de esto hallamos en sus constantes demostraciones de fe, en el castigo por los pecados que se listaban en su época (que él reordenó para dar el mayor castigo a sus enemigos) y en los clérigos y papas que Dante coloca en el infierno detallando sus pecados con sus respectivos castigos.

Pero esta obra nos habla de otro momento en nuestra historia. La época medieval no puede ser estudiada y analizada con nuestros ojos actuales. Necesitamos conocer el orden social que existía para conocer la lucha de poderes, también el valor de los seres humanos, valor que seguramente ha aumentado hoy con la concesión de derechos humanos, promulgaciones de nuevos cambios sociales que permiten a los ciudadanos tomar parte y decisión de los asuntos del estado.

En este estudio dejaré de lado el contexto social, las ya obsoletas referencias morales de Dante y las otras cortinas históricas que están presente a lo largo del Infierno, con el objetivo de ofrecerles solamente las perlas de sabiduría que encontramos en esta narrativa. Colocaré el número del canto entre paréntesis como guía para los lectores y escuchas. A continuación, enumero mi aprendizaje sin llevar un orden específico:

  1. Maestros

(Canto 15) Dante le dice a Brunetto Latini, quien fuera su maestro en la vida real: “…Porque tengo siempre fija en mi mente, y ahora me contrista verla así, vuestra querida, buena y paternal imagen, cuando me enseñabais en el mundo cómo el hombre se inmortaliza: me creo, pues, en el deber, mientras viva, de reflejar con mis palabras el agradecimiento que os profeso”. Así como Dante, yo no sé qué sería de mi vida sin el amor que mi primera maestra me dio en mis primeros años. Nuestros maestros nos introducen al mundo, hacen de padres sustitutos para nosotros y nos forjan con los principios que vivirán con nosotros para siempre. Mi maestra Evans Pinzón me enseñó con amor y mucha paciencia, cada día se tomaba un momento de la clase para inspirarnos y para motivarnos a seguir estudiando como recurso único para salir de la pobreza. Al avanzar a segundo grado, también ella avanzó conmigo. Cuando estuve en casa convaleciente de una operación en mi brazo, ella pasaba después de su día de trabajo con todos los niños, me traía tareas para que no me atrasara en mis estudios y estaba pendiente de mí. En cada momento importante de mi vida he mencionado su nombre, su dedicación y su historia porque, así como Dante, me siento en el grato deber de compartir el agradecimiento que le tengo.

  1. Liderazgo

(Canto 17) Al bajar por un sendero escarpado entre el séptimo y octavo círculo del Infierno, Dante piensa así de su guía: “El Señor valeroso hace fuerte a los siervos”. El líder debe ser valiente. Tendemos siempre a ver al valiente como el que va primero, como el que se atreve.

(Canto 9) Dante nos cuenta lo siguiente al llegar a la puerta del Infierno: “Cuando vi que mi guía retrocedía, el miedo transformó mi rostro de tal manera que este procuró ocultar su turbación”. Recuerdo los cuentos de mis padres y con mucha nostalgia los reflejo en la figura de Virgilio. A pesar de lo difícil de la circunstancia y lo complejo del momento, tanto mis padres, como Virgilio, ocultaban sus propios temores para no preocuparnos. Mi padre me acompañó en el camino a la sala de operaciones cuando tenía 7 años y lo recuerdo combatiendo las propias facciones de su rostro para darme confianza en el proceso al que sería sometido. Los líderes como Virgilio se preocupan con amor por las personas a las que sirven.

  1. Compasión

(Canto 17) Mientras Dante va en la espalda del monstruo Gerión, sobrevolando uno de los círculos del Infierno, siente compasión por las personas que sufren debajo de él al decir “…Porque vi llamas y percibí lamentos que me sobrecogieron de dolor”. Entre todas las palabras posibles para la expresión del dolor, la utilización del verbo sobrecoger demuestra un sentimiento repentino y doloroso por aquellas almas desconocidas.

(Canto 16) Dante le dice a unas almas del Infierno: “Vuestra situación no me ha inspirado desprecio, sino un dolor que tardará en desaparecer”. Nuestro mundo necesita que bajemos nuestras defensas habituales ante el aumento del sufrimiento por la pandemia y la crisis económica. El dolor y el sufrimiento que las personas llevan por dentro puede que lo exterioricen con las personas equivocadas, provocando en nosotros un natural desprecio hacia ellos, pero, así como Dante, podemos recordar que esas personas sufren y en vez de una justificada defensa, podemos reaccionar con compasión.

  1. Sabiduría

(Canto 19) Dante exclama: “¡Oh, suma sabiduría! ¡Cuán grande es el arte que demuestras en el cielo, en la tierra y en el mundo maldito y con cuánta equidad se reparte tu virtud”. La equiparación de la sabiduría al arte es una hermosa imagen que utiliza el poeta florentino y nos dice que es una virtud útil en el tránsito durante el mundo maldito.

  1. Retribución

(Canto 20) Cuando Dante ve el castigo de los magos, brujos y adivinos, pierde la perspectiva de su narrativa ante la crueldad. A estos pecadores se les torcía la cabeza hacia la espalda, de manera que eran obligados a caminar hacia atrás (como una clara retribución por su afán de querer conocer el futuro, lo venidero, lo de adelante). Virgilio, su guía, le responde lo siguiente al verlo tan turbado: “Aquí lo piadoso es no tener piedad. ¿Acaso tú también eres de los insensatos?” Luego le hace ver que este cruel castigo proviene de las justas leyes divinas, es una consecuencia que viene de Dios, por lo tanto, el poeta no debe sentirse horrorizado. Esta es una de las ideas más viejas de la humanidad, la que afirma que los dioses tienen que ver con las miserias humanas porque son una clara retribución de su ira. La encontramos en la primera obra literaria del mundo, La epopeya de Gilgamesh; también en los clásicos griegos como la Odisea y la Ilíada y en nuestras actuales conversaciones donde algunas personas justifican catástrofes naturales alegando pecados en la gente donde estos ocurren. Así dijeron de la destrucción de Nueva Orleans por el Huracán Katrina[1] [2] en el 2005, de la destrucción de Haití[3] por el terremoto en el 2010 y sin ir más lejos que a nuestro patio, se convocan marchas para pedir al gobierno panameño la no aprobación del matrimonio igualitarioporque no quieren que Dios castigue a Panamá[4]. Dante estaba equivocado de la misma forma que lo estamos hoy. Este argumento es una de las distorsiones cognitivas más populares (ver “disonancias cognitivas” en el número 7 de este ensayo).

  1. Recordar

(Canto 20) Virgilio le dice a Dante: “Anoche fue ya luna llena, acuérdate bien que alguna vez te alumbró en la selva oscura”. Cuando nos encontramos sumergidos en períodos de intensa adversidad, solemos enfocarnos en la desdicha olvidando todos los momentos felices y la buena fortuna que hemos vivido. Recordar la dicha pasada es una muy buena terapia para mantener el ánimo.

(Canto 16) Unas almas en el Infierno le dicen a Dante: “Mas, si sales de estos lugares oscuros y vuelves a ver las hermosas estrellas, cuando te plazca decir: ‘Estuve allí’, haz que los hombres hablen de nosotros”. Si nuestra sociedad recordara sus orígenes, si recordáramos más a las personas que han muerto forjando lo que somos hoy, nos evitaríamos muchos desvíos. Hablemos de los que han muerto, hablemos de sus vidas y quedémonos con el aprendizaje que dejaron. Quien aprende de otro se evita tener que vivir una vida entera.

  1. Disonancias cognitivas

(Canto 21) Se produce una situación donde Dante y Virgilio necesitan ayuda para continuar su viaje. El demonio en jefe Malacola les dice: “Voy a enviar hacia allá varios de los míos para que vigilen si algún condenado procura sacar la cabeza al aire: id con ellos, que no os harán daño”. Dante al observar los demonios seleccionados como escolta, dice así a su maestro: “¡Oh, maestro! ¿Qué es lo que veo? Si conoces el camino, vayamos sin escolta; yo, por mí, no la solicito. Si eres tan prudente como de costumbre, ¿no ves que rechinan os dientes, y se hacen guiños que nos amenazan algún mal?” Virgilio le responde así: “No te atemorices, deja que rechinen los dientes, si lo hacen, es por los desgraciados que están hirviendo”. Podemos interpretar estos versos como un maestro queriendo tranquilizar a su estudiante, sin embargo, su semejanza con lo que hoy llamamos distorsión cognitiva me llama mucho la atención. En un lenguaje sencillo, la distorsión cognitiva (específicamente su variante llamada inferencia arbitraria) es una mala interpretación que la persona hace de su entorno, provocándole dar por hecho suposiciones sin que exista la suficiente evidencia. Con la ironía que lo caracteriza en la narrativa del Infierno, Dante dice luego en el canto 22: “Caminábamos con los diez demonios ¡Oh terrible compañía! pero en la iglesia con los santos y en la taberna con los borrachos”.

(Canto 6) En el círculo que castiga la gula, Dante se encuentra con Ciacco, quien le dice: “Yo no soy aquí la única alma triste; todas las demás están condenadas a igual pena por la misma causa”. El consejo que se esconde es evidente: las cosas que nos ocurren también le ocurren a otras personas. Cuando afrontamos un desafío a nuestros propósitos, solemos preguntarnos ‘¿por qué a mí?’. La espeluznante realidad es que no tiene que ver con una razón particular hacia nosotros porque, así como esas almas tristes, todos estamos inmersos en la vida y sujetos a sus leyes. El aprendizaje que obtenemos de este verso nos ayuda a luchar contra las otras formas de disonancia cognitiva.

  1. Ansiedad

(Canto 23) Se da una situación de huida con los demonios, Virgilio y Dante consiguen adelantarse, Dante le dice luego a su maestro: “Si no nos ocultamos pronto, temo que los demonios nos alcancen; y tengo tal terror que ya me parece que los oigo”. En nuestro mundo debemos ser más conscientes del funcionamiento de nuestro cerebro para tomar el control de la mayor cantidad de funciones posibles. Dejar la mente a su suerte implica el desarrollo de diferentes trastornos como la ansiedad. Esta es particularmente peligrosa por las alteraciones que hace a nivel cognitivo, lo que Dante sintió “le pareció oír que ya llegan los demonios” aunque no están allí, es una clara indicación de los efectos de la ansiedad crónica sobre los sentidos: es capaz de hacernos ver y oír cosas que no son, es capaz de tergiversar el entorno en nuestra mente, aunque afuera no esté ocurriendo nada. La ansiedad es una de las mayores enfermedades mentales de nuestro siglo.

(Canto 1) Cuando Dante se encontró con las fieras que le impedían el paso hacia la colina, retrocedió y apareció Virgilio quien le pregunta: “¿Por qué te entregas de nuevo a tu aflicción?”, Dante le responde: “Mira esa fiera que me obliga a retroceder y líbrame de ella, famoso sabio, porque su presencia hace que mis venas se estremezcan y mi pulso lata con aceleración”. Virgilio le da una respuesta que bien podemos usar nosotros hoy: “Te conviene seguir otra ruta”. Un ataque de pánico, sobre eso estaba escribiendo Dante. Cuando una persona se encuentra ante una idea fatal en su mente de forma prolongada se producen estos episodios que se caracterizan por el sentimiento inminente de muerte o de un suceso espantoso que es inmanejable por la conciencia de la persona. Tal como Dante lo narró, se produce taquicardia, mareos, entre otros síntomas. Si bien en nuestro mundo no nos encontramos con fieras en un día normal, la globalización, el deterioro de las democracias y el aplastante abismo entre pobres y ricos crean un caldo de cultivo propicio para el aumento de las enfermedades mentales, entre ellas la ansiedad, por las mayores presiones y exigencias sobre el individuo. Una cifra cercana a 300 millones de personas en el mundo sufre algún trastorno de ansiedad según cifras de la OMS[1] antes de la pandemia, el espantoso número ha aumentado dramáticamente ahora, así que no nos deben sorprender las estadísticas cuando se realicen después del año 2021. Ante la ansiedad, el poeta nos deja la clave para salir de ella “nos conviene seguir otra ruta” y precisamente es el cambio en los patrones de pensamiento -que se logran por medio de las diferentes terapias psicológicas- lo que finalmente la cura.

  1. Pereza

(Canto 24) Virgilio dice a Dante ante una situación que limita la continuación del viaje: “Conviene ahora que sacudas tu pereza; que no se alcanza la fama reclinado en blanda pluma, ni al abrigo de colchas: y el que sin gloria consume su vida deja en pos de sí el mismo vestigio que el humo en el aire o la espuma en el agua. Así que levántate; vence la fatiga con el ánimo, vencedor de todas las batallas mientras la pesadez de su cuerpo no se debilita. Aún nos queda por subir una escala mucho más larga; pues no basta haber atravesado por entre los espíritus infernales. Si me entiendes, mis palabras te serán de ayuda”. Un escritor no alcanza la fama reclinado en la blanda pluma, necesita trabajar arduamente para lograrlo. La pereza es contraria a cualquier historia de progreso y éxito (salvo que hablemos de cualquier parlamento del mundo).

  1. Estar presente

(Canto 26) Dante dice de sí mismo: “Entonces me afligí, como me aflijo ahora, cuando pienso en lo que vi; y refreno mi espíritu más de lo que acostumbro, a fin de que no se aleje de la verdad”. La mente humana tiene la particularidad de irse de sí, brinca de una a otra idea y vuela de un tiempo a otro con una rapidez asombrosa. Refrenar el espíritu, es la técnica que usa Dante para no alejarse de la verdad. Este control sobre la capacidad cognitiva humana nos hace quedarnos quietos en el momento presente, nos llama ser activos en nuestro entorno. Entre las muchas disciplinas y tradiciones que han notado este libertinaje de la mente, encontramos en la budista muchos frutos en la tarea de domar la mente.

(Canto 1) Iniciando su narración del Infierno, Dante dice de sí mismo: “A la mitad del camino de nuestra vida me encontré en una selva oscura por haberme apartado del recto sendero”, luego continúa, “no sabré decir fijamente cómo entré allí; tan adormecido estaba cuando abandoné el verdadero camino”. En nuestro mundo de hoy, ese “estar adormecido” se puede comparar al “estado de interpretado” del filósofo alemán Martin Heidegger. Este estado de interpretado consiste en una persona que carece de crítica hacia su entorno, que recibe las ideas y creencias que le llegan de los demás, aceptándolas sin ningún escrutinio. Estas personas son un reflejo de la sociedad que las domina, mas no de sí mismas. Carecen de criterio propio porque han sometido su voluntad a otra fuerza que no es él mismo. Las nuevas tecnologías de la información suponen un avance enorme para que el conocimiento viaje de un sitio a otro, es lamentable que su uso más popular es para que el ocio nos domine enteramente y nos consuma el tiempo. Las redes sociales suponen un arma de doble filo para nuestra sociedad. Si bien es cierto que pueden adormecernos tanto como dice Dante y nos apartan de la realidad, también pueden ser útiles para sacar a tiranos del poder como en la Primavera Árabe[2] en el 2011 o para servir como una mente única para los miles de protestantes en Hong Kong[3] que las utilizaron para hacer frente al gobierno chino. Es bien sabido que los medios tradicionales como la radio, la televisión y los diarios son controlados por poderes políticos y económicos,[4] pero las redes sociales permiten a los ciudadanos comunes informarse a sí mismos lejos de los censuras y controles del poder.

(Canto 11) Ante tantas preguntas que ha hecho Dante a Virgilio, este le responde así: “¿Por qué tu ingenio, contra su costumbre, se desvía tanto ahora? ¿O es que tienes el pensamiento en otra parte? Con la modestia aparte de Dante, resalto la segunda pregunta de Virgilio. Nuestra acelerada vida cada vez nos exige hacer más cosas a la vez o simplemente nos ocurre como a Dante, que estando en un sitio, su pensamiento está en otra parte. Este verso es una excelente lección para que recordemos siempre estar en el momento presente, puesto que es el único tiempo en el que podemos hacer algo.

  1. Propósito

(Canto 26) Ulises narra sus aventuras a Dante. En una de ellas se encuentran en la costa de España, con Marruecos al fondo, pero están agotados y envejecidos después de tantos viajes. Para animar a sus compañeros, Ulises les ofrece un discurso motivador que termina con estas palabras: “Pensad en vuestro origen; vosotros no habéis nacido para vivir como los brutos sino para alcanzar la virtud y el conocimiento”. De esta frase desprendo dos ideas. La primera consiste en la clave para lograr el éxito: recordar siempre el origen, aquellas motivaciones iniciales podrán ayudarnos a conquistar nuestros temores y renovar nuestros ánimos. La segunda se parece mucho a lo que Nietzsche se refería como el superhombre: un estado de conciencia superior al del hombre común que todos debemos esforzarnos por lograr, seguramente alcanzándolo por medio de la virtud y el conocimiento como afirma Dante.

(Canto 2) Virgilio le cuenta a Dante sus razones para bajar a ayudarle, le dice “Descendí desde mi dichoso puesto, fiándome en esa elocuente palabra que te honra y que honra a cuantos la han oído”, sigue luego, “¿por qué vacilas? ¿por qué abrigas tanta cobardía en tu corazón? ¿por qué te faltan audacia y valor, si tres mujeres benditas cuidan de ti en la corte celestial y mis palabras te prometen tanto bien?” Dante responde a su guía: “Y así como las florecitas, inclinadas y cerradas por la escarcha, se abren erguidas en cuanto el sol las ilumina, así ocurrió a mi ánimo abatido y tal ánimo inundó mi corazón”, más adelante continúa: “Tú me has preparado de tal manera el corazón que he vuelto a mi primer propósito”. Cuando nos enfrentamos a una dificultad y le conferimos toda nuestra atención de forma poco constructiva, somos propensos a perder de vista nuestras metas. Las palabras de Virgilio sirvieron para recordar a Dante su primer propósito, sus ideas originales, aquellos sueños que tenemos todos los hombres y a veces entregamos a las circunstancias. Recordar nuestro propósito nos ayuda a reemplazar el ánimo abatido por nuevas energías que nos ayudarán a cumplir nuestros sueños.

  1. Miedo

(Canto 2) Cuando Dante duda de iniciar su viaje al Infierno, Virgilio, le dice: “Tu alma está traspasada de espanto, el cual se apodera frecuentemente del hombre y tanto que lo retrae de una empresa honrosa, como una vana sombra hace a veces retroceder a una fiera cuando se introduce en la oscuridad”. El miedo funciona como un ancla que detiene el pensamiento y el progreso humano. A pesar de ser un recurso necesario en el cuerpo que fue perpetuado por la evolución para ayudarnos a defendernos de circunstancias extremas, su descontrol nos priva de alcanzar nuestros propósitos. El miedo nos pone por debajo y deja maniatado al esfuerzo y el buen trabajo que hacemos porque nos impide avanzar en el cumplimiento de nuestras metas. Virgilio compara al espanto (miedo repentino) consigo mismo, como una sombra inocua que espanta a una poderosa fiera, sin que pueda hacerle daño alguno. ¡Maravillosa imagen la que utilizó el poeta para enseñarnos sobre el miedo!

  1. Amor

(Canto 5) Dante se encuentra con Paolo y Francesca, los llama y ellos acuden “Como palomas que, llamadas por el deseo, acuden con sus alas tendidas y firmes al dulce nido, llevadas en el aire por una misma voluntad”.  Luego habla Francesca: “Amor, que se apodera pronto de un corazón gentil, hizo prendarse a este de aquel hermoso cuerpo que lloro arrebatado de un modo tan cruel. Amor, que no dispensa amar al que es amado, hizo que me entregara vivamente al placer de que se embriagaba este, que, como vez, no me abandona nunca. Amor nos condujo a la misma muerte”, “Tal fueron las palabras de las dos sombras”. Al escuchar esta declaración, Dante hace silencio y luego dice a su maestro: “¡Ah! ¡Cuán dulces pensamientos, cuántos deseos les han conducido a este lugar tenebroso”! En las palabras de Dante, el amor es una unión que funde dos personas en una misma voluntad: la voluntad de quererse y compartir la vida. La ciencia de nuestra época nos explica cómo el “amor se apodera de un corazón gentil”, es decir, cómo el amor puede nublar nuestros procesos mentales que tienen que ver con la razón en la toma de decisiones, incentivando las zonas cerebrales de la recompensa, creándonos adicción[5]. Quizá si implementamos una versión más sana del amor podemos librarnos, contrario a Paolo y Francesca, de la condena en un lugar tenebroso de dolor.

  1. Política

(Canto 6) Dante tuvo varios puestos relacionados con el control administrativo de Florencia. Las implicaciones políticas son importantes a la hora de extraer el mejor entendimiento de su Comedia. Florencia estaba en constante lucha política debido a las diferencias entre los nobles que apoyaban al poder papal y los que apoyaban al emperador del Sacro Imperio. Ciacco le dice a Dante: “Las disidencias prolongadas los llevarán al derramamiento de sangre, y el bando salvaje expulsará al otro causándole grandes pérdidas. Luego, tres años después caerá aquél y el bando rival subirá con la fuerza de quien hasta ahora trata de decidir a quién apoyará. Esta facción llevará la frente erguida por mucho tiempo, teniendo bajo su férreo yugo a la otra, por más que esta se lamente y avergüence. Aún hay dos justos, pero nadie los escucha: la soberbia, la envidia y la avaricia son las tres antorchas que han inflamado los corazones”. 700 años después de la muerte de Dante, nuestro panorama político no cambia: la izquierda y la derecha se pelean el poder y son capaces de llegar ambos a las últimas consecuencias para lograrlo. La soberbia, la envidia y la avaricia siguen motivando las luchas en las que solamente importa el triunfo de la idea, sin que nadie se detenga a pensar si son funcionales. El orgullo nos nubla el pensamiento crítico al punto de inclinarnos por una idea sin sopesar su efectividad, solo por dar dos ejemplos: los jefes de los penosos gobiernos de izquierda en América Latina viven como reyes mientras su pueblo sufre penurias y a ningún buen capitalista le importan los millones de pobres que se crean con ese sistema. ¿Hasta cuándo seguiremos adelante con el propósito de establecer “mi idea porque es mejor que la tuya” sin observar las consecuencias en la sociedad? Cuando analizamos la historia nos encontramos con estas luchas de poder en todas las formas de unión social, por lo que el problema no reside en el sistema que utilicemos en nuestros países, sino en el hombre mismo: somos muy fácilmente dominados por el poder, la comodidad, la riqueza, al punto de querer perpetuarla. Es aquí donde nuestros sistemas sociales se quedan obsoletos.

  1. Dinero

(Canto 7) Virgilio le dice a Dante: “Allí podrás ver, hijo mío, con qué rapidez se desvanece la fortuna, por la que lucha y se enorgullece la raza humana. Todo el oro que existe bajo la luna y todo el que ha existido, no puede dar un momento de reposo a una sola de estas almas fatigadas”. Damos por sentado el dinero porque nos permite obtener los recursos que necesitamos para vivir. Lo que no reparamos mucho es que su valor es ficticio y se sostiene solamente en la creencia que tenemos todos: un billete de $20 vale $20. El poeta nos dice que la fortuna se va muy rápido (todo buen asalariado del siglo XXI lo sabe cuándo ve la mayoría de su quincena irse a los gastos y deudas en el mismo día de cobro) y pone en contraste las luchas a muerte que por él creamos. El poeta también nos recuerda que hay cosas que no se pueden obtener con dinero como la paz y la tranquilidad, para eso necesitamos otras cosas que no se pueden comprar, como una conciencia tranquila. Todos necesitamos el dinero para sobrevivir, el problema reside cuando el dinero pasa de ser un recurso y se convierte en el núcleo en donde gira la vida de los hombres y mujeres.

  1. Muerte

 

(Canto 8) Flegias le dice a Dante: “¡Cuántos se tienen allá arriba por grandes reyes, que se verán sumidos en este pantano, sin dejar en pos de sí más que horribles desperdicios!” La constancia con la que se llevan nuestros días poco nos hace pensar de nuestra mortalidad. La sentencia de Flegias es particularmente interesante porque coloca a la muerte como el elemento que nos iguala: reyes y plebeyos, izquierdistas y derechistas, negros y blancos, creyentes y ateos, la muerte nos envolverá a todos. Esta perspectiva igualitaria destruye cualquier ego humano y nos reduce a los elementos básicos de la vida de donde surgimos.

  1. Tiempo

(Canto 11) En una situación que parecía detener el avance del viaje, Virgilio le dice a Dante: “Busca algún recurso para que no perdamos el tiempo inútilmente”. Este consejo es particularmente valioso para nuestra época. La velocidad con la que podemos disponer del conocimiento y la facilidad con la que viaja la información nos saturan constantemente. Antes se luchaba por la fluidez de la información, hoy la tenemos tan de frente y a la mano que la lucha es por evitarla. Solemos motivar nuestras vidas basados en sueños, pero rara vez hacemos algo todos los días para lograrlos porque no los vemos materializar inmediatamente. Solemos decir que “el tiempo pasa cada vez más rápido” y nos asombra la rapidez con la que sea acaba un día, pero la realidad es que el tiempo sigue siendo el mismo, somos nosotros los que vivimos más ocupados. Reorganizar el tiempo y utilizarlo sabiamente con el objetivo de lograr nuestras metas es uno de los mejores consejos que salen de este Infierno.

  1. Noticias Falsas

(Canto 16) Dante nos aconseja: “Siempre que pueda, el hombre debe cerrar sus labios a las verdades que parecen mentiras, porque se expone a avergonzarse sin tener culpa”. Nuestro mundo está plagado de noticias falsas, información que parece cierta pero no viene de una fuente respetable. Dante se enfoca en las verdades que parecen mentiras, pero este consejo también se puede aplicar a la inversa: a las mentiras que parecen verdades. Siendo que cualquier persona o programa informático puede escribir en Internet, lo más recomendable es verificar la información con la fuente original o con otras fuentes más respetables.

  1. Arte

(Canto 11) Le dice Virgilio a Dante: “A quien entiende, la filosofía manifiesta en muchos lugares cómo la naturaleza procede del intelecto divino y de su arte; y si consultas bien tu Física, encontrarás, sin necesidad de hojear muchas páginas, que el arte humano sigue cuanto puede a la naturaleza, como el discípulo a su maestro; de modo que aquél es casi nieto de Dios”. Cuando pensamos en el ser humano lo vemos como un conjunto de células que forman un cuerpo. Esta visión limitada de lo que somos nos priva de encontrar otras joyas que nos ayudan a comprender nuestra existencia, entre ellas, la visión del ser humano como el producto de la interacción del hombre con su entorno y la segunda, como seres culturales que producen arte. Así el arte está muy integrado a la naturaleza de lo que somos, nos ayuda a expresarnos con formas sutiles que engalanan los sentidos, nos da la facultad de modelar nuestro mundo y crear otros alternos.

  1. Orgullo

(Canto 14) Dante dice a Capaneo: “¡Oh! Capaneo, si no se modera tu orgullo, él será tu mayor castigo”, luego le dice: “No hay martirio comparable al dolor que te hace sufrir tu rabia”. El orgulloso muy poco se da cuenta que se hace daño a sí mismo, así fue en el tiempo de Dante y lo es hoy. En algún momento todos necesitamos sentirnos orgullosos por nuestros hijos, por nosotros, nuestros seres queridos; por eso la lección no va hacia la supresión del orgullo, sino hacia su moderación. Como todos los aspectos humanos que se hacen nocivos al irse a los extremos, se nos hace la recomendación de mantener el orgullo a medias. Luego el consejo de la rabia o en su forma más general, el odio. La persona que odia muy poco se da cuenta que se hace daño a sí misma, no solamente por los aspectos emocionales, sino también por los daños a la salud[6].

  1. Observarse

(Canto 16) Dante dice: “¡Oh! ¡Qué circunspectos deberían ser los hombres ante los que, no solamente ven sus actos, sino que, con la inteligencia, leen en el fondo de su pensamiento!” El poeta encuentra valor en las personas que son circunspectas, es decir los que piensan lo que van a decir para moderar sus actos. Aquellos que utilicen la inteligencia para analizar lo que piensan de forma general y se observen para mesurar sus actos son hallados con buenos ojos ante el poeta. Nuestro mundo se vería muy beneficiado si procuráramos ser un poco más como nos dice Dante.

  1. Y, por último, sé tú mismo

(Canto 15) Bruneto Latini, uno de los maestros en la vida de Dante, le aconseja lo siguiente: “Si sigues tu estrella, sin duda llegarás a glorioso puerto”. Todos tenemos esa estrella en nosotros, unos están en mejor contacto con ella que otros, pero sigue estando disponible siempre. Esta intuición sobre qué hacer o la vocecita interior como popularmente se le conoce nos puede capacitar con todo lo que necesitamos para cumplir nuestros propósitos.

Las lecciones anteriores prueban que la obra de Dante es eterna porque refleja los sentires comunes que tenemos todos los seres humanos. Esta universalidad la ha elevado al nivel de los clásicos de nuestra literatura y sus consejos son adaptables a cada época de la humanidad. Este año se cumplen 700 años desde la muerte de Dante y sus consejos continúan sin envejecer. Estudiar esta obra es un grato honor para mí.

[1] Corley, M.. (2008). Hagee Says Hurricane Katrina Struck New Orleans Because It Was ‘Planning A Sinful’ ‘Homosexual Rally’. 2021, de ThinkProgress Sitio web: https://archive.thinkprogress.org/hagee-says-hurricane-katrina-struck-new-orleans-because-it-was-planning-a-sinful-homosexual-rally-55b392a04322/

[2] Fox News. (2005). Was Hurricane Katrina ‘God’s Wrath’ on a Sinful Coast?. 2021, de Fox News Sitio web: https://www.foxnews.com/story/was-hurricane-katrina-gods-wrath-on-a-sinful-coast

[3] CNN. (2010). Pat Robertson says Haiti paying for ‘pact to the devil’. 2021, de CNN Sitio web: http://edition.cnn.com/2010/US/01/13/haiti.pat.robertson/index.html

[4] Foco Panamá. (2017). ¿Marcha por la familia o contra los homosexuales?. 2021, de Foco Panamá Sitio web: https://youtu.be/iph5Qs8D0CQ

[5] Frías, L. (2019). Más de 264 millones padecen ansiedad a nivel mundial. 2021, de UNAM México Sitio web: https://www.gaceta.unam.mx/mas-de-264-millones-padecen-ansiedad-a-nivel-mundial/

[6] Agencia AP. (2020). Cómo la Primavera Árabe se convirtió en la primera revolución del smartphone y las redes sociales. 2021, de Diario el Comercio, Perú Sitio web: https://elcomercio.pe/mundo/actualidad/la-primavera-arabe-la-primera-revolucion-del-smartphone-y-las-redes-sociales-facebook-twitter-blackberry-noticia/

[7] Peco, R. (2019). Así usan el camuflaje digital los manifestantes de Hong Kong. 2021, de La Vanguardia Sitio web: https://www.lavanguardia.com/tecnologia/20190919/47465599843/hong-kong-tecnologia-camuflaje-vigilancia-mensajeria-telegram-criptografia.html

[8] Rincón, O. & Avella, E. (2018). El poder mediático sobre el poder. 2021, de Revista Nueva Sociedad

[9] Méndez, J. (2016). Cómo funciona el cerebro de una persona enamorada. 2021, de Diario El País Sitio web: https://elpais.com/elpais/2015/02/13/buenavida/1423819574_847131.htm

[10] Mayo Clinic. (2020). El perdón: Dejar atrás los rencores y la amargura. 2021, de Mayo Clinic Sitio web: https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/forgiveness/art-20047692


Información de citado #

Edwin K. Chacón, 23/12/2022, Lecciones del Infierno de Dante para hoy, Alejandría de Panamá Poético https://panamapoetico.com/enviar-a-alejandria/ publicado bajo Creative Commons 4.0


Sobre el autor #

Poeta y gestor cultural de Panamá Poético.

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